jueves, 8 de mayo de 2014

TAREAS SOBRE GENERO EN EL AULA 


ROBERT DAVID MACQUAID ANGEL 

Los docentes  de todo el mundo, como formadores de la futura sociedad, considero que debemos tener en cuenta que el principio básico para desarrollar una convivencia de calidad es la igualdad entre el alumnado; siendo ésta una demanda social a la que desde la escuela debemos dar respuesta. Debemos crear las condiciones necesarias para potenciar los aprendizajes que valoran y enriquecen la diversidad en este caso de género.
Educar significa promover el desarrollo integral de las personas, por lo que resulta necesario favorecer ese valor entre el alumnado para superar las limitaciones impuestas por el género a través de un trabajo sistemático de la Comunidad Educativa en todos los niveles del sistema educativo del país.
Desde la familia y en la escuela se proporcionan modelos de conducta y se imponen comportamientos que los medios de comunicación y el grupo de iguales les refuerzan estos aspectos generan ciertas discrepancias a la hora de estar en la clase o al momento de relacionarse en la escuela entre niños y niñas y los docentes al haber sido formados con los mismos esquemas y sistema de valores no hacen más que reforzar esas conductas y pensamientos.
Por ello, el proceso de coeducación comienza en la familia y la escuela. Siendo los primeros espacios de socialización desde los cuales se compensan los desajustes de origen diverso, como aquellos que provienen de perjuicios sexistas que pueden incidir en el desarrollo de los niños/as en sus primeros años.
Desde la escuela se han de identificar las diferencias entre hombres y mujeres, no sólo físicamente, sino también en los diversos ámbitos de la sociedad, y se desarrolle una reflexión y crítica sobre aquellos aspectos que generan discriminación entre las personas por el simple hecho de ser de distinto sexo. Aprovechando tales diferencias para enriquecer y completar el desarrollo de los alumnos/as.
Los alumnos/as deben estar abiertos a todo tipo de cambio y movimiento social, por lo que se les educará en la libertad, en la justicia y en los valores éticos. Se hará hincapié en la adquisición y ejercicio de los valores y derechos humanos como base imprescindible para conseguir el pleno desarrollo del alumno. Se fomentará el respeto y aprecio a las libertades y diferencias individuales y colectivas dentro de los principios democráticos de convivencia.
Esta  línea fundamental se  debe de  inspiraren un  plan de igualdad en las escuelas es la de preparar a los alumnos y alumnas para participar activamente en la vida social y cultural. Desde la escuela se educará para la igualdad, la paz, la cooperación y la solidaridad.
Día a día vemos en los medios de comunicación noticias relacionadas con esta problemática: cientos de mujeres fallecen cada año a manos de sus maridos, el paro siempre es mayor en el sector femenino, los anuncios de televisión siguen mostrando a una mujer-objeto… ¿qué hacemos entonces dedicando tiempo al tema de la igualdad en los centros cuando nada más salir escuchamos “qué has hecho de comer mamá”?
El  fracaso  reside en la falta de colaboración con las familias. En muchos casos, los progenitores de nuestros alumnos y alumnas están integrados en la realidad escolar y participan adecuadamente en reuniones, fiestas, excursiones...En cambio, es esta parte de nuestra comunidad la que menos concienciada está sobre la igualdad de género. La mayoría de los padres de nuestros alumn@s trabajan fuera de casa con un horario que les impide pasar mucho tiempo en el hogar. Las madres que trabajan suelen hacerlo en trabajos con jornada continua o con jornada parcial para así poder atender a sus hijos.
Así pues, aunque los más pequeños en nuestras aulas colaboren y participen  respetando la diversidad de género y evitando la discriminación; en cambio, en casa la realidad es bien distinta, aunque las partes implicadas no lo quieran reconocer. Son las madres las que pasan más tiempo con los hijos, son ellas las que hacen la comida, cuidan a los hijos, limpian la casa y, en la mayoría de los casos, también trabajan fuera. Y es que no nos hemos quitado el cartel de “mujer” que nos colgaron nuestros abuelos.

Así pues, desde la escuela, los maestros y las maestras deberían  desarrollar un plan destinado a reforzar los aspectos positivos ya adquiridos por nuestros alumnos, pero también a que esa teoría sea llevada a la práctica en diferentes contextos. Deberíamos eliminar el reparto discriminatorio de las tareas del hogar, aquí proponemos realizar tareas domésticas en clase con ayuda de los componentes de las familias de ambos sexos; por supuesto, fomentando la cooperación y la colaboración en clase. Pretendemos formar a alumnos y a alumnas capaces de desenvolverse en nuestra sociedad de una manera autónoma.


SANTOS ELBER MEDINA DIAZ 

Equidad de género en el aula

                                                                                                Santos Elber Medina Díaz

Hablar de equidad en todos sus ámbitos en nuestra sociedad es una situación muy compleja y complicada, en vista que históricamente hemos vivido en condiciones de inequidad en todos los sentidos, lo cual significa que la inequidad es parte de nuestra cultura. Esto obviamente arrastra el hecho que cuando se quiere hablar de este término en un aspecto en específico es un tanto difícil y si sobre todo no se tiene en cuenta todos las demás esferas en las cuales ha existido inequidad.    

Pero a la equidad a la cual nos referimos en el presente artículo, será a la equidad de género en el aula. Por lo tanto para efectos del presente tema vamos a entender que equidad de género significa: “Igualdad de oportunidades y derechos para mujeres y hombres; reconocer las necesidades de las mujeres; y producto de las dos anteriores, habrá igualdad de resultados”(Equidad de género en el aula, 2002). Esto nos da la pauta para intuir que si estamos luchando por una igualdad de oportunidades para los géneros, es porque no la tenemos y lucharemos para construirla. Pero para comenzar su construcción era indispensable realizar algunos estudios nacionales que permitieran fundamentar esta problemática. Para tal efecto se realizaron algunos estudios cuyos resultados manifiestan que: “Las niñas son mayormente abusadas sexualmente que los niños…..”(FUNDACIÓN OLOF PALME 2002); “Las mujeres salvadoreñas están siendo discriminadas en el acceso y desarrollo en los puestos de trabajo. Una mujer con iguales condiciones profesionales, habilidades etc. que un hombre puede ganar menos.”(Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas COLPROCE, 2000); “Detecta que el lenguaje usado en las clases de educación básica tiene tendencia masculinizada; las niñas participan en la clase dando respuestas corales y cuando lo hacen de manera individual ocurre en menos ocasiones que con los niños… Se detecta el uso de recomendaciones con orientación sexista.”(FEPADE 1997); y “La presencia de las mujeres en las áreas de trabajo y de estudio técnico es aún minoritaria.”(APREMAT, 2001). Como puede observarse, los resultados de estos estudios son contundentes en confirmar que existe inequidad de género en nuestra sociedad. 

Es por esto que para comenzar a luchar por esta equidad, el Ministerio de educación ha iniciado a trabajar sobre el tema en el área educativa, teniendo en cuenta que esta juega un papel determinante en el desarrollo de la vida de las personas. Es por ello que se ha tratado de dotar a los profesores de herramientas cognitivas que les permitan trabajar con los niños y niñas sobre la equidad de género.

No hay que perder de vista que los profesores han sido educados con una cultura tradicional, es decir, en condiciones de inequidad, por lo tanto es normal que ellos educan a los niños y niñas en inequidad, y que sea normal expresar por ejemplo “que los niños son burros, groseros, pleitistos, etc”. Esto es debido a que su estructura cognitiva está bien aferrada a su cultura de genero con la cual fueron formados y educados tanto en la familia, escuela y sociedad. Por lo que no obstante dotarlo de herramientas para trabajar la equidad de género tampoco hay que esperar que estos realicen todo el trabajo.

Por lo tanto considero que si es importante trabajar la equidad de género en el aula, pero también es necesario trabajar otras esferas que también tienen relación con este tema. Por ejemplo la formación que reciben los profesores, la incidencia que tienen los medios de comunicación, el rol que juega en Estado en la aplicación de políticas públicas, etc. Razón por la cual para tener una incidencia significativa en el tema que nos ocupa, se torna indispensable trabajar también esas otras esferas que inciden en la formación de la cultura de las personas y por lo tanto en la construcción de sus esquemas cognitivos, ya que las personas así como piensan sienten y así como sienten actúan. Por lo tanto replican sus aprendizajes (cultura)    

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